Y la primera semana de agosto, ha sido finalmente la que ha llevado al Oro a romper su máximo histórico de 1.895 USD la onza, alcanzado en septiembre del año 2011. Esta vez, finalizaba la semana con un valor aproximado de 2.029 USD la onza, rompiendo la barrera psicológica de 2.000 USD. Pero ahora la pregunta que se hacen algunos medios: ¿Hasta donde puede subir el oro? Mientras Goldman Sachs eleva su pronóstico alcista hasta los 2.300 USD y Bank Of America suben su apuesta hasta los 3.000 dólares. Otros ya empiezan a hablar de una posible burbuja de metal precioso amarillo.
El comportamiento del oro ante las crisis
Ya puedes ver como siempre se van a encontrar opiniones contrapuestas ante posibles predicciones, lo que si es cierto es que el comportamiento que está teniendo el oro no es nada raro si se considera su comportamiento histórico en periodos de incertidumbre como lo son las crisis económicas: el oro, es un valor de refugio por excelencia dadas sus propiedades de ser un elemento finito y poseer una emisión anual casi nula comparado al total ya extraido. Prueba de ello es la siguiente imagen que he creado, considerando las últimas tres grandes crisis que ha experimentado el mundo y en particular, Estados Unidos, la economía más grande a nivel global. En el siguiente gráfico se compara el crecimiento que ha experimentado el oro, trazado en amarillo frente al promedio de las acciones de EE.UU usando el índice del S&P500, ambos se encuentran además correjidos con la inflación que fue experimentando el país en cada año, para hablar de un aumento de valor real. El primer pico que se observa en el año 2000 corresponde a “la burbuja del punto com” (indicado en rojo), que traería como consecuencia una crisis en la bolsa de balores en los años siguientes. Luego el segundo corresponde a la burbuja inmobiliaria registrada en EE.UU (en morado), por último vemos la reciente crisis provocada por el Covid-19 (en naranjo).Finalmente, el desplome del oro en el año 2013 se empieza a dar al mismo tiempo que las acciones se acercaban a los máximos registrados años atrás en el 2008, síntoma de que la crisis ya se había dejado atrás (en café) Podemos observar que en las últimas dos crisis, el Oro inició un ascenso de forma paralela a las acciones: la primera se explica en parte por la creación del primer ETF del oro en el año 2004. La segunda, dada la crisis bursatil que se vivió en el 2018 y que se puede observar en el gráfico. Lo cierto es que mientras más veloz es el desplome bursatil, más explosivo es el crecimiento que el oro experimenta posteriormente. Eso, es precisamente lo que estamos viviendo hoy, un incremento explosivo en el valor dado el mega crash bursatil experimentado en febrero y marzo de este año entre mediados de febrero y de marzo de este año.
Es importante notar que el oro no es el único valor refugio, también lo son ciertas monedas fuertes como el dolar o franco suizo y ciertos bonos de gobierno que puedan ofrecer tasas de interés atractivas para el periodo. Por ello es que hemos visto estos últimos meses que la mayoría de las divisas mundiales (sobre todo la de paises emergentes), han pérdido valor frente al dolar, que ha actuado como un valor de refugio de fácil acceso frente a periodos de incertidumbre como el que vivimos. Sin embargo, hay más variables que se deben tomar en cuenta, por ejemplo el uso de herramientas no convencionales como las de expansión cuantitativa, que utilizaron de manera “extraordinaria” en la crisis del 2008, que en simples palabras se traduce en inyectar e inyectar divisas a la economía, lo que en un mediano y largo plazo aumenta la presión inflacionaria, y por ende, en la devaluación de la moneda misma. Dado lo anterior, es que posteriormente al año 2008, y la crisis actual (donde se ha vuelto a usar y en una magnitud mucho mayor la expanción cuantitativa), el oro ha sido un valor refugio muy atractivo, frente a un dolar que eventualmente experimenará presiones inflacionarias.
Por ello es que en lo que va del año, el oro ha registrado un mejor rendimiento (~34%) que el S&P500 (~4.5%) (o incluso al Nasdaq composite (cartera de acciones tecnológicas), que ha superado todas las expectativas con un 22%. Es cierto que los rendimientos serían aún mayores de haber comprado en la parte baja de las acciones, sin embargo intentar predecir un momento oportuno de compra cuando el escenario se ha tornado altamente negativo, es una apuesta altamente riesgosa que puede resultar muy mal.Sin embargo retornos potenciales hay para todos los gustos, y como bien se sabe, a mayor riesgo, mayor retorno.
Visión personal sobre el futuro del oro y estrategia
Mi opinión personal es que el oro seguirá creciendo por un tiempo cercano a un año, probablemente marcando cierta debilidad con las noticias finales de las posibles vacunas y marcando un punto de inflexión en el periodo que la economía comience a recuperarse con una mayor certeza que en la actualidad ante los temidos rebrotes. En lo personal, aún cuando el oro es un buen refugio cuando el mercado bursatil tiene periodos malos, no considero que sea la mejor opción como instrumento de inversión en el largo plazo. Si bien es cierto que en ciertos periodos, como los de incertidumbre económica, el oro suele tener muy buenos rendimientos, la mayor parte del tiempo, nos encontramos en periodos normales de crecimiento económico, por lo que a largo plazo, las acciones han sido historicamente una mejor opción.
En mi estrategia personal, una vez que la pandemia muestre signos fuertes de haberse superado, empezaré a volcarme por las acciones. Entender que esta es mi estrategia actual y aunque pueda parecer conservadora, para comprenderla, es necesario saber también que poseo inversiones en otros instrumentos de alto riesgo como las criptomonedas. De no ser así, habría tenido un portafolio más agresivo compuesto por oro y junto a acciones según mi perfil de inversionista.